SITUACIÓN DE LA FACULTAD


Hoy por hoy, la facultad está totalmente sumida en el atraso,  estancada y sin perspectivas de desarrollar, crecer y peor ponerse a la altura de los avances científicos y tecnológicos. Pese a que las ciencias y la ingeniería es la que tiene mayor proyección y futuro con respecto a otras facultades.

Esta situación hace que la facultad no responda a los problemas del país y la región, es inadmisible que la universidad, y en particular facultad no tenga proyectos y no diga nada frente a problemas que ocurren en nuestras narices, como ser el TIPNIS, el problema del racionamiento de energía, la falta de agua en nuestra ciudad, la contaminación de nuestro medio ambiente, la falta de industrialización de nuestros recursos naturales (gas, petróleo, hierro del mutún, litio, etc.), podemos ir mencionado un sin fin de problemas en los cuales la facultad fácilmente a partir de sus diferentes carreras podría convertirlos en objetos de investigación y estudio, incorporando a estudiantes y docentes, probar y constatar en la práctica nuestros conocimientos teóricos. Pero nada de eso les interesa a las autoridades y dirigentes actuales de la facultad, más que el beneficio y el lucro personal.

La gran mayoría de los docentes no logran superar los viejos y anacrónicos métodos de enseñanza (memorística y puramente de pizarra), donde el estudiante ideal es aquel que puede repetir o mecanizarse bien algunos ejercicios para el examen. No les interesa esforzarse para unir teoría y práctica.
Hasta ahora la famosa acreditación de las carreras, solo ha sido “discurso distractivo” para no resolver los verdaderos problemas que atingen a la facultad, como ser: la pésima calidad en la selección de docentes nuevos, la falta de varios laboratorios indispensables para nuestra formación, los pocos que hay son aislados del proceso enseñanza aprendizaje. No existe voluntad de actualizar y equipar los laboratorios, es inaudito que una facultad como la nuestra no cuente por lo menos con zona WI FI. Para el colmo de los colmos, no hay una correcta distribución de los recursos del IDH entre las carreras para que las mismas puedan construir y equipar su propia infraestructura. 

Es hora superar esta situación, lo primero es cerrar  el paso a dirigentes incapaces que no saben luchar, dirigentes que se alquilan a las roscas docentes, que solo buscan gozar de pegas y de favores académicos para su pronta titulación.

Es hora de plantearnos retomar la lucha por JERARQUIZAR LA FORMACIÓN DE LOS INGENIEROS, de tal manera que estemos a la altura de los avances científicos y tecnológicos, ser profesionales capaces de sacar a nuestro país del atraso y rezago tecnológico en el que se encuentra, desarrollar e industrializar Bolivia en beneficio de las grandes mayorías empobrecidas y no de las transnacionales, PERO SOBRE TODO EN ARMONÍA CON LA NATURALEZA Y EL MEDIO AMBIENTE, RESPETANDO EL DERECHO DE LAS NACIONES ORIGINARIAS A DECIDIR SOBRE SU DESTINO.